martes, 8 de abril de 2008

Sobre informe Going for Growth 2008 (OCDE) y otros asuntillos

La capacidad de combinar la iniciativa privada con el gasto público sin un excesivo intervencionismo es la clave para medir el grado de eficiencia en el uso del gasto público.

Pienso que en este país hay buena experiencia en este sentido pero también se detecta un afán intervencionista cada vez mayor.

En mi opinión, a nuestros gobernantes les puede la concupiscencia del poder y necesitan meter las narices en todo. Controlar todo y opinar de todo. Ni hacen ni dejan hacer.

El informe destaca las ventajas de un marco más competitivo en la enseñanza. Aunque advierte que, para no ahondar las diferencias entre escuelas, habrá que ayudar más a las que tengan más dificultades.

Bastantes países, entre ellos España, están descontentos con el nivel de la enseñanza.

Para resolver el problema, siempre hay dos posibles líneas de actuación. Una es imponer desde arriba la enésima reforma de la enseñanza con fórmulas uniformes. La otra se basa en dar más libertad: variedad de escuelas, libertad de elección, más poder para los padres y apertura para que diversas instituciones puedan hacerse cargo de colegios financiados por el Estado.

Lo dicho sirve para otros sectores.

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