miércoles, 13 de febrero de 2008

Ciudadano de segunda categoría

Aviso para aquellos que tengan inquietudes religiosas, que piensan que es bueno respetar las leyes, que aportan valor reflexivo en sus conversaciones, que madrugan y trabajan, que escuchan, que procuran cumplir las leyes y ser buenos vecinos, que tapan el cubo de la basura, que no gritan y no emiten gases contaminantes, que les gustaría casarse una vez, para toda la vida...y acertar, que saben pedir perdón cuando se equivocan y son agradecidos, que saludan por las mañanas al conductor del autobús, que beben con moderación, que no se drogan, que hablan con sus hijos, que...

En este país serán considerados ciudadadanos de segunda categoría. Esa excesiva normalidad es una provocación para el resto de la humanidad: por ese motivo usted sólo merece pagar impuestos y sobrevivir con su hipoteca en su asqueroso pisito. Mientras sea consumidor recibirá alguna sonrisa. Procure no ser muy gravoso a su país y muerase de un infarto. No interesa que tenga un largo y costoso proceso. Por favor, sea solidario y done su cuerpo para que los chicos de medicina jueguen con sus vísceras.

¡¡¡No a Zapatero!!!

Me duele decirlo, pero es lo que pienso. Los políticos del PSOE son de república bananera. Sería divertido si no estuviera mi futuro en sus manos. Da miedo de lo que son capaces por un voto y es la primera vez que realmente tiemblo pensando en quién nos puede gobernar los próximos cuatro años. Son prepotentes, iluminados y radicales. Son el lado oscuro de la democracia, menosprecian al pueblo y se jactan de ello. No es que el PP sea mucho mejor, pero al menos la impresión es que no están tan ciegos, aunque algo tuertos andan.

Apenas ha empezado la campaña electoral y ya se oyen algunas cosas que dan vergüenza. País de envidiosos: nunca seremos capaces de trabajar en un proyecto común. A lo mejor hay que ver el futuro desde otro lugar. Este barco se hunde de los hachazos que le damos nosotros mismos.